martes, 19 de julio de 2016

Aforismos; sigo en mis trece.


 1. Ojeras y agujas
                     
Tras aquella noche, enhebrar la alegría fue obrar el milagro.

 2. Viaje interno
                       
Benevolente y pausado levita el ignorante;
contrariado y ansioso camina el viajero.

 3. Metamorfosis
                     
¿Es el sibarita capaz de mudar mentalmente a una piel ajena; o es el lujo la mayor cárcel del alma?

4. Encerrado
                       
La mayor claustrofobia es aquella que no te deja salir de ti mismo.

5. Agujero temporal
                   
Siempre es sinónimo de cruz; y siempre hay que ir de cara.

6. Redes asociales
                     
 Y, como no podía ser de otra manera, caímos en su trampa.

7. Reencuentro
                       
Alejado de todo, casualmente, me acerqué a mí.
                       
8. Dislexia política
                   
Unidos podemos llegar a ser ciudadanos.
 
9. Debilidad
                         
La Tierra, como nuestros corazones, rota.

10. Implicación
                       
Perdonar es donar tu nada otra vez.
                                 
11. Tic-Tac
                           
El reloj no(s) se para.

12. Plenitud
                       
Me quedo con la luz de tu mirada; lo demás, so(m)bra.

14. Cadena perpetua
                 
Su mente le había jugado una mala pasada: no recordaba nada.

15. Miedo a las alturas
                 
Sálvese quien vuela.

16. Eco
                           
Dementes de mentes, dementes de mentes..

17. Implosión

Llorar de rabia es gritar hacia dentro.

18. Nexo de unión
                   
Nuestras cuerdas vocales hacían de puente entre ambos.

19. Antítesis total
                     
Todo se reduce a nada.

20. Callad
                           
Quien falla otorga.

21. Allende
                           
Cuestión de huida o muerte.

22. Veintidós
                       
Los amigos son la familia que se erige.


lunes, 28 de marzo de 2016

La magnífica relación entre alumno y profesor.


Difícil encontrar relación más tensa,
y mayor diferencia entre mesa y mesa,
que la de profesor y alumno,
que estudia a expensas de que una persona
aburrida y calculadora,
pero con cultura,
decida de una vez por todas aprobarle la asignatura.

Al comienzo se las traen felices,
pues la poca materia hace obviar los matices, 
cual doncella y sus directrices,
lo que empeora linealmente con el paso del tiempo, 
cual centella.
Y además está Ella,
que lo desconecta,
lo entretiene,
y lo secuestra,
y la relación que al principio muestra con el maestro
pasa directamente a pender de un hilo,
es un precipicio,
maldito vicio.

Se aproxima, 
no te espera,
el examen cada vez más cerca de tu puerta,
y te observa,
y el profe se reserva,
no da pistas,
y el alumno que se irrita,
y lo cuestiona,
le pregunta con segundas,
no funciona
y lo abandona.

Y el profe que se ríe cuando llega a su sofá,
y qué pasará de aquí a 15 días piensa el pupilo en su pupitre.
¿Qué más da?
Mientras el profe,
que es un buitre carroñero,
se debate entre el combate y las ganas de pelear.
Fabrica el examen,
y se regocija,
¿quién aprueba? 
Ja-Ja-Ja.
No le importa, 
no le quiere ni su hija,
pobretica, 
de verdad.

Vuelve a clase y les avisa,
los divisa como puede;
el alumno no reacciona, 
y se acojona,
y le duele,
y qué suplicio,
y el profesor que aprovecha cualquier resquicio;
- Trabaja, trabaja y estudia!
y el alumno lo repudia y lo aborrece,
y al profe le parece que lo odia,
y se entristece.
Y lo suspende en el examen,
y el alumno se estremece y lo reclama,
se levanta de la cama,
va al despacho mientras llueve,
y ni lo llama.

Me he matado, 
he estudiado sin cesar, 
¿y me suspendes con un 4'9?
Le insulta,
le ruega que le apruebe,
se vuelve loco,
y desvaría,
y el profesor avisa en secretaría,
y llega la policía, 
y el alumno se marea,
y lo detienen.

Le hacen pruebas,
y lo descubren,
tanto estudio le ha afectado,
está enfermo y se medica,
y no aprobó por una chispica,
vaya infierno,
vaya estado.

Y al profe le llegan noticias del alumno,
y empatiza,
es un trastorno que le eriza cada uno de sus pelos,
le recuerda al duro trance que pasó su bisabuelo,
y clama al cielo,
y medita,
y se lo piensa.
Revisa el examen y no ve fallo,
se raya, 
y como un rayo,
la idea de aprobarlo le martiriza hasta agobiarlo.

Y el rayo lo consigue,
le pone un 5 por la cara,
y al alumno ipsofacto llama;
y el profe angustiado empieza a llorar,
y no para, 
y le comunica su aprobado,
y el alumno con descaro lo celebra,
y también llora.

Y profesor y alumno se fusionan,
se hacen uno 
y les fascina, 
entablan amistad
y les apasiona;
y coinciden al año en la piscina, 
donde ahogan sus recuerdos más amables,

¿los adivina?

lunes, 21 de marzo de 2016

Vida, amor y muerte.



Triste y curiosa vida redentora,
feliz y discreta forma de vivir;
libertad hace al ser humano sentir
terco y perdido en esta red sonora.


Vil y maldito alma soñadora,
peleada desde siempre con existir,
luchando sin espada por revertir
de una vez por todas la pesada hora.


Inocente corazón, que, cansado,
no deja de latir y sigue fuerte
pese a su etiqueta de acusado.


Harto, deja de tentar a la suerte,
se rinde, deja el orgullo a un lado
y asume que su mejor vida es la muerte.


domingo, 28 de febrero de 2016

Vuelvo. Me falta. Vuelve. Me salva.


Me presento: soy un hombre tonto y preocupado entre muchos listos, y sobre todo, necios.
Soy palmera sin miedo, de los que ganan a cualquier precio,
el viento no me dirige.
Pienso que los amigos son la familia que se erige.

Me exijo. Me busco. Me exigen. Me busco.

No hay nada que me alivie, lo nimio me disgusta, todo me desagrada;
soy más de optar por el exterminio.
Dejé de ser un niño,
que creía en los cuentos de hadas,
cuando comprendí que hacer de momia, a veces, es necesario.
Ignoro el calendario, raciocinio mi futuro, limito la vendimia de mí mismo y detesto a todo aquel al que adulo.
Rara vez, hasta me creo lo que escribo.

Mejoro. Me busco. Me escribo. Me busco.

Poca praxis y mucha menos sencillez, altas dosis de egocentrismo;
no es lo que pienso, es lo que vivo:
la paradoja de buscar en otra persona para poder encontrarte a ti mismo.
Incienso y mirra para todos, falsa generosidad
y cuernos en cada esquina sin haber toro.
Piedad para aquellos que, en su soledad y tras las cortinas, convierten su vida en oro.

Me añoro. Me busco. Te añoro. Me busco.

Brusquedad inepta e incauta.
Aceptar como propio lo que otros piensan sin pensarlo nunca fue ni será la pauta para arreglar ningún daño.
Basta de conformarnos,
es hora de desafiar a la linealidad y dar rienda suelta a nuestros cerebros,
peleemos sin descanso y reivindiquemos aquello por lo que otros muchos se dejaron la vida desde antaño.

Me extraño. Me busco. Te extraño. Me busco.

Tus comienzos jamás te definen,
afinen sin más el oído:
mis más sinceros perdones a aquello que los mató el ruido.
Invoco al Druida capaz de hacer que todo se olvide,
vi de verdad el túnel pero no la luz al final de él.
Confío cada mañana en sus plegarias y en su filosofía,
pero me acuesto cada noche pensando en que mañana será otro día...
igual.

Me engaño. Me busco. Me engañan. Me busco.

Reduzco el todo a la nada en una fracción de segundo.
Secundo la ropa que luzco y contribuyo sin quererlo a la muerte de lo profundo.
Abunda la gente arrogante, vale más la pena un tío fuerte que una mente brillante, literalmente.
Amantes dementes buscan instantes corrientes para escapar de lo sádico de la rutina,
mientras retinas compungidas cocinan la poción mágica que los haga escapar,
de una vez,
de la inminente ruina.

Me tengo. Me basta. Me tengo. Me basta.