domingo, 18 de enero de 2015

Diálogos.


Le dijo Prosa a Verso..


- Dame una razón por la que expresar mi vida en tu forma y vivir entrecortada entre tus líneas.

- No hay razón mas cierta,
ni libertad más sincera,
que mostrar tu desnudez más verdadera,
sin cerrar la puerta, 
dejándola medio abierta.

- Tu desnudez verdadera es aquella que se muestra como es, ni verdad ni mentira existe en esa realidad. Dame razones de peso, Verso, que el medio sentir continuado de tu recitar no es ni por asomo completo.

- Mi verdad es fluir, 
sentir y volar,
dejar un espacio, 
bailar, pulir y no huir,
llegar a la cima,
cuidar a la rima,
despacio, 
ser lugar, ser palacio.
¿Tu prefacio? Vacío.
Palabras unidas, atadas, 
sin aire,
juntas, sin punta, 
rebusca en ti mismo y apunta,
ahí va mi pregunta:

Prosa, ¿serías capaz de explicar
con tu escritura pasiva
la cosa más bella
que viste en tu vida?

- No soy yo aquella que puntúa la belleza, mi fin es darle forma con palabras, pero no juzgarla, Podría hablarte de mil bellezas que me llenan, pero ninguna se alza sobre las demás; una sonrisa de la mujer que te espera, la carcajada de un niño con todo el tiempo por delante... Mis palabras encadenadas son canciones al oído, y eso es belleza, pero tus suspiros... ¿son capaces de decirme una sola cosa por la que vivir y morir?

- La variedad es mi fuerte,
y con gran placer te reto, 
con catorce versos y una idea,
te contesta este soneto: 

No hablemos de juzgar ni de dar puntos,
me baso en transmitir mis sentimientos,
dependo de una base, y mis cimientos,
versos claros en los bosques más abruptos.

Belleza no son segundos, ni minutos,
son primeros, son latidos, no es tiempo,
son susurros en la oreja desde dentro,
es ilusión, forma de vida, es mi turno.

Viviría por tener en mi conciencia,
sensaciones de delirio y realidad,
unidas entre lazos de paciencia.

Moriría por cualquiera de verdad,
por valor y por pasión, no hay más ciencia:
por amor sin fecha de caducidad.

- ¿Te das cuenta, limitado amigo, que si no es por tus afiladas puntas pierdes tu objetivo? A mí nada me pone barreras, ni la nada puede con esta forma rompedora de caminos, pues disfruto al hacer senda y no me lucro de las ya hechas. simplemente plasmo ideas y muero cuando lo que era menester de ser contado ya ha sido dicho. No retumba mi eco asonante o consonante en la mente, eso sólo distrae del verdadero mensaje.

- Podría entrar en tu juego,
y acabar con tus excusas, 
podría ser un torpedo
y reducirte a las cenizas,
podría surcar el cielo
y divisarte desde arriba, 
sería una clara forma 
de vencerte si me acusas.

Pero soy un caballero,
y no comparto el duelo, 
te ruego que medites
si esto es lo que necesitas.
Te invito a ser coherente, 
y a incitar a la gente:

más poesía,
cuerpos menos fuertes,
menos personas normales,
y más mentes diferentes.

- Te equivocas viejo amigo, pues aunque yo también sería capaz de ahogar tus pasos con firmeza atronadora en eternidades que te dejaran sin aliento, no ha sido mi propósito hacerte mal. Pecamos ambos de gran soberbia, pero entiendo la necesidad de compartir mismos afanes sin ser iguales, forjar un puente hacia la mente, y transformar, hacer volar la juventud y la senectud hacia el mismo páramo, donde en lugar de llegar a las armas lleguemos a las almas; donde en vez de intentar acabar con razón, lleguemos al corazón.

- Tengo lo que encuentro, 
vivo lo que digo,
pienso con el alma
y con el corazón escribo.
¿El motivo?
Mi objetivo es ser objeto de recuerdo, 
entierro el hacha de guerra,
seré escueto, gran amiga:

Bienvenida, prosigamos el camino,
liberemos emociones
y plasmemos los sentidos.
Juntos y no unidos,
cabeza alta y erguidos,
demostremos a la gente
que no somos enemigos.

- Dignos son tus motivos, sentimientos y aspiraciones. No seré yo quien con mi palabra interrumpa tus sentires, ya que, como tú, el mismo afán de eternidad se halla en mis continuidades. Arte somos, y en el arte no existe la guerra, pues no es un sentimiento que guste a los corazones. Siendo así, dejo también mi espada, amigo Verso, que bastante pesada es ya la carga de describir con precisión el mundo en letra. Un compañero de viaje es de agradecer en este difícil y honrado quehacer, pero ahí estás, ahora lo sé,

- No hay discusión alguna, 
ni batalla, ni reproches, sólo arte.
Cero dudas, sin lagunas
mis disculpas voy a darte:
Eres, soy y somos, punto y aparte.

...le dijo Verso a Prosa.


(Prosa: Juan Domingo Cortijos Guillén)
(Verso: Un servidor)



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